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"Cancelada la deuda externa a África": este sería un gran titular para hoy, 25 de mayo, día de África

"Cancelada la deuda externa a África": este sería un gran titular para hoy, 25 de mayo, día de África

Es la petición que realiza la Red de Entidades para el Desarrollo Solidario - REDES, con motivo de esta conmemoración cuyo origen está en el primer Congreso de los Estados Africanos en el año 1958. Allí se congregaron representantes de varios países. En esa cita se mostró la firme determinación de estos pueblos por liberarse de la colonización extranjera.

En esta conferencia se propuso la celebración de un Día de la Libertad Africana y a partir de ese momento, continuaron  los encuentros entre los jefes de estado del continente africano, donde nace la llamada Organización para la Unidad Africana el 25 de mayo de 1963, hoy Unión Africana. Posteriormente, aquella celebración se convirtió en el Día de África. Esta nota histórica se recuerda este año haciendo hincapié en la importancia de poner fin al COVID-29 para acabar con la crisis sanitaria en todo el Planeta. 

Con motivo del Día de África, las organizaciones que integran REDES apuntan a la Agenda 2030 como un camino para afrontar los distintos retos de esta crisis global y invitan a la reflexión colectiva y la acción internacional para visibilizar la situación de los países africanos en los que la pandemia está agravando un contexto de fragilidad sanitaria, económica y social. 

REDES alerta del incremento de las cifras de contagios y muertes, en una situación sanitaria que revela la escasez de material básico, la fragilidad de los sistemas de salud y la dificultad para cumplir las medidas de higiene por el difícil acceso al agua potable. Es una pandemia, afirman desde REDES, "que se superpone al resto de enfermedes que la población sigue enfrentando, como malaria, VIH, tuberculosis o ébola"

Además, la pandemia sanitaria se suma a otras pandemias como la pobreza y el hambre causadas por la sequía, las guerras y los conflictos armados, que han dejado miles de desplazados y refugiados, la degradación ambiental y expolio de los recursos naturales. 

En este contexto, REDES pide medidas tales como: 

  • La implicación de la comunidad internacional para el cese de los conflictos armados en suelo africano. 
  • La implementación de un salario universal.
  • La condonación de la deuda externa de los países africanos altamente endeudados. Con este argumento, lanzan el hashtag #AhoraAfricaSinDeuda.

Paz en África

Respondiendo al llamamiento de Antonio Guterres, grupos armados en Camerún, Sudán y Sudán del Sur han declarado un alto el fuego unilateral. No en vano, el tema 2020 de la Unión Africana es: "Silenciar las armas: crear condiciones propicias para el desarrollo de África".

La pandemia y este llamamiento al alto el fuego se produce en un contexto pre electoral en 20 países africanos, aunque se prevé que muchos de ellos se retrasen, con posibles consecuencias para la estabilidad y la paz, según advierte Naciones Unidas. Las tensiones políticas y las consecuencias económicas preocupan como consecuencias y agravantes de los impactos de la pandemia en el continente. La pasada semana se hacía público un informe que llamaba la atención sobre el alivio de la deuda y la acción para hacer frente al suministro de alimentos, la protección del empleo y el apoyo frente a la pérdida de ingresos y ganancias de exportación. Además, el secretario general alerta ya de la necesidad de que los países africanos, como todos, en todas partes, "tengan acceso rápido, igualitario y asequible a cualquier vacuna y tratamiento eventual"

El reciente informe del PNUD COVID-19 y Desarrollo Humano: evaluar la crisis, prever la recuperación, subraya cómo la historia ha mostrado la capacidad de las pandemias para remodelar el mundo durante generaciones, y señala que a medida que se desarrollan las consecuencias de la crisis, incluyendo los efectos de las respuestas en medio de una gran incertidumbre, se articulan medidas que pueden ajustarse a las aspiraciones de la Agenda 2030. Mientras que en marzo y abril irrumpían políticas sin precedentes en la vida económica y social, ahora la preocupación se orienta hacia la dimensión económica, dada la caída de la producción y su impacto social. En este contexto, Naciones Unidas afirma que es esencial preservar la lente del desarrollo humano, para centrarse en gente, destacando tres elementos:

  •  Mirar la respuesta a través de una lente de equidad. Los países, las comunidades y los grupos que ya están rezagados en la mejora de la
    las capacidades se verán particularmente afectadas, y dejarlas más atrás tendrá repercusiones a largo plazo en el avance del desarrollo humano.

  • Centrarse en las capacidades a largo plazo de las personas. Esto podría reconciliar las aparentes compensaciones entre la salud pública y
    actividad económica (un medio para el fin de la expansión de las capacidades) pero también ayudaría a crear capacidad de recuperación ante futuros impactos.

  • Un enfoque multidimensional coherente. Dado que la crisis tiene múltiples dimensiones interconectadas (salud, aspectos económicos y varios aspectos sociales), un enfoque sistémico, en lugar de una secuencia sectorial, es esencial. Naciones Unidas ya han presentado una hoja de ruta en este sentido en su marco para las respuestas socioeconómicas inmediatas. 

Este informe del PNUD señala que hay algo más profundo en esta crisis. Se superpone e interactúa con otras tensiones globales en curso: entre las personas y la tecnología, entre la gente y la naturaleza, y entre los que tienen y los que no tienen, que ya estaban dando forma a un
nueva generación de desigualdades. Los efectos compuestos en la crisis sistémica de COVID-19 y otros impactos pueden generar una profunda desestabilización. "Algunas regiones ya se encuentran en una situación frágil. Por ejemplo, las crisis que se están desarrollando en el África oriental relacionadas con la langosta amenazan los medios de subsistencia de decenas de millones de personas ya vulnerables, así como la producción de alimentos para el consumo interno, regional y nacional". Se espera que en los próximos meses se produzcan nuevas manifestaciones de la crisis climática, que ya está afectando al mundo en múltiples formas (incendios, sequías, olas de calor, huracanes y otras conmociones). Es probable que las tensiones sociales sean reprimidas por la esta emergencia de salud, pero Naciones Unidas alerta de que podrían volver después de la fase crítica de la pandemia. 

En este contexto, cabe señalar el llamamiento de Naciones Unidas a combatir la crisis desde la equidad, algo que pone de manifiesto en el Marco de las Naciones Unidas para la respuesta socioeconómica inmediata ante la crisis de la COVID-19; establece unos criterios de referencia básicos para una buena gobernanza ecológica y en igualdad de género desde la que construir una “nueva normalidad”. El marco recomienda la adopción de cinco pasos prioritarios para enfrentar la complejidad de esta crisis:

  1. proteger los sistemas y servicios sanitarios;
  2. mejorar la protección social;
  3. proteger los empleos, las pequeñas y medianas empresas y los trabajadores del sector informal;
  4. políticas macroeconómicas que beneficien a todos;
  5. y promover la paz, la buena gobernanza y la confianza para reforzar la cohesión social. 

El PNUD hace un llamado a la comunidad internacional para que invierta rápidamente en las capacidades de los países en desarrollo para seguir estos pasos.

Si quieres leer más sobre las consecuencias de la pandemia en África, entra aquí: ONU Hábitat alerta: "El coronavirus viajará increíblemente rápido por los barrios pobres de África". 

 

Y no olvidemos trabajar por la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible:

 
Objetivo 1: Poner fin a la pobreza en todas sus formas en todo el mundo.

 
Objetivo 2: Poner fin al hambre, lograr la seguridad alimentaria y la mejora de la nutrición y promover la agricultura sostenible

 
 Objetivo 3: Garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos/as en todas las edades.

 
Objetivo 4: Garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos/as.

 
Objetivo 5: Lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y las niñas.

 
 Objetivo 6: Garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y el saneamiento para todos/as.

 
 Objetivo 7: Garantizar el acceso a una energía asequible, segura, sostenible y moderna para todos/as.

 
Objetivo 8: Promover el crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, el empleo pleno y productivo y el trabajo decente para todos/as.

 
 Objetivo 9: Industria, innovación e infraestructuras.

 
Objetivo 10: Reducir la desigualdad en y entre los países.

 
Objetivo 11: Lograr que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles.

 
Objetivo 12. Garantizar modalidades de consumo y producción sostenibles

 
Objetivo 13: Adoptar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos.

 
Objetivo 15. Proteger, restablecer y promover el uso sostenible de los ecosistemas terrestres, gestionar sosteniblemente los bosques, luchar contra la desertificación, detener e invertir la degradación de las tierras y detener la pérdida de biodiversidad.

 
Objetivo 16: Promover sociedades, justas, pacíficas e inclusivas.

 
Objetivo 17: Revitalizar la Alianza Mundial para el Desarrollo Sostenible.

 

 

 

 

 

  

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