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El Foro Social reaviva la Primavera Árabe en Túnez
Democracia, paz y solidaridad. Junto a estas reivindicaciones, la lluvia se ha hecho protagonista de la jornada de encuentro de los miles de asistentes a una edición del Foro Social Mundial, que repite sede en Túnez, después de que ya acogiera este evento en 2013, y que alcanza ya los 15 años de historia. Este el cuarto Foro promovido en África y el segundo en un país árabe.
Una lluvia persistente ha hecho aun más visible a los asistentes, que han tomado las calles céntricas buscando el modo de sortear el tráfico intenso para llegar al encuentro de la manifestación de apertura. Una marcha que ha querido subrayar el apoyo de los movimientos sociales a este país en un momento clave de su transición y cuando aun esta de luto por las víctimas del atentado. El Bardo es el punto de llegada de la manifestación que da la bienvenida a los miles de asistentes a este Foro Social Mundial. No hay cifras oficiales pero los organizadores han adelantado una estimación de 70 mil asistentes, superando así el numero de 65 mil, que ya lograban en 2013.
Comienza así en Túnez una nueva edición del Foro Social Mundial, un extraordinario proceso de movilización y articulación de las luchas globales, nacido en Porto Alegre hace ya 15 años. Hoy es una inmensa red de organizaciones sociales y populares dispuestas a discutir alternativas a los grandes obstáculos a los que se enfrenta el avance de la igualdad, la democracia y la justicia social. Una breve mirada atrás nos habla del origen de una nueva forma de organización social que nacía como alternativa a los que ya hoy podemos decir que son “otros foros”, los económicos de Davos, que dejaban en un espacio residual la participación de la ciudadanía organizada.
Hoy son un espacio de convergencia y de articulación, lejos de un simple evento con aires festivos, y parte de un proceso que se mantiene en el tiempo y que permite a los movimientos sociales cruzar sus luchas, romper el aislamiento y articular acciones regionales, temáticas y mundiales frente a la peor cara de la globalización capitalista, de modo que se modifique la relación de fuerzas a nivel mundial.
Pese a la fidelidad a la cita de cientos de ONG, esta edición está marcada por las heridas que ha dejado el atentado y aunque el previo al iniciondel Foro coincidía con la reapertura del Museo, a última hora, según la agencia France Press, la de apertura de retrasa por motivos de seguridad, aunque ha mantenido la convocatoria denun concierto de inauguración del Foro, con acceso restringido.
En la calle las reivindicaciones son de todo tipo. Cada organizacion las "lleva puestas" en camisetas, banderas o carteles improvisados a favor de la libertad de expresion, contra la opresion del pueblo palestino, o anticipando la cumbre del clima que tendra lugar a finales de 2015. Aunque el programa es inabarcable, estas son algunas de las grandes temáticas del Foro. Desde Andalucía, el desarrollo local, los gobiernos locales y sus aportes a la cohesión social estarán presentes en seminario que abre la primera jornada del Foro. Por la tarde, la Declaración del Olivo reúne a torno a la cuestión palestina al FAMSI, la Coordinadora Europea de Comites y Asociaciones para Palestina, el Tribunal Russel, la campaña Stop the Wall contra el muro del apartheid y a CGLU.
No cabe duda de que las palabras justicia y paz se van a oír mucho en estos días, no solo porque están en la esenvia del Foro. También porque aunque no ha cambiado la agenda del Foro, sí ha conmocionado al mundo. En el cado de Túnez, no es la primera vez que unForo coincide con un cambio del rumbo o un punto de inflexión para el país; ya en 2011, el Foro africano celebrado Dakar se celebraba pocos días después que fuera derrocado el dictador tunecino Ben Ali, uno de los detonantes de las revueltas que se extenderían a otros países del Magreb. Era el comienzo de las esperanzas democratizadoras que fueron bautizadas como la Primavera árabe. Si en aquel momento las esperanzas se depositaban en una Primavera cuyos horizontes democráticos parecían inagotables, la coyuntura tunecina ha evolucionado mucho, al igual que la de sus vecinos y tras algunos momentos de zozobra, resurge, esta vez con el apoyo de los movimientos sociales que acuden al Foro Social Mundial.